El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, realizó la semana pasada una gira de trabajo por Brasil, Colombia y República Dominicana. En ese contexto, el 20 de junio sostuvo una reunión de alto nivel en Guatemala, donde abordó el tema del creciente número de menores sin compañía adulta que están ingresando ilegalmente a territorio estadounidense. En el encuentro participaron el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina; el mandatario de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; el coordinador general del gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro; y el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (Department of Homeland Security, DHS), entre octubre de 2013 y mayo de este año, más de 47 mil menores de edad, provenientes de Centroamérica, han cruzado la frontera sur de Estados Unidos, casi duplicando la cantidad registrada durante los 12 meses anteriores. No obstante, el gobierno estadounidense ha manifestado que esos menores no calificarán para permanecer en el país, como parte de los intentos de reforma migratoria que se llevan a cabo en el Congreso y por lo tanto, serán deportados. Cabe recalcar que las autoridades migratorias de Texas y Arizona se han visto sobrepasadas para alojar y deportar a los menores; en consecuencia, el propósito de la visita de Biden fue desalentar a los padres a que dejen a sus hijos en manos de traficantes de personas y, en definitiva, permitirles el éxodo de sus lugares de origen