Los artículos 76 y 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 facultan tanto a la Cámara de Senadores para ratificar, así como al Presidente de la República para nombrar a Embajadores y Cónsules Generales. En consecuencia, el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos del 20 de marzo de 1934, como instrumento jurídico con reformas posteriores (1935, 1937, 1940, 1975, 1979 y 1981) delegó en la Comisión de Servicio Consular y Diplomático, un órgano distinto a la Comisión de Relaciones Exteriores, la ratificación de Embajadores y Cónsules. Es así que los cuatro nombramientos que recibió durante su vida, Don Gilberto Bosques Saldívar, fueron ratificados por dicha Comisión mediante la sesión y acta secreta correspondiente como Cónsul General en París (1939-1944) y Embajador en Portugal (1945-1949), Suecia y Finlandia (1949-1953) y Cuba (1953-1964). Teniendo como primera fuente los documentos a resguardo en el Archivo Histórico y Memoria Legislativa del Senado de la República, esta Nota Informativa pretende dar cuenta de proceso evolutivo de las actas secretas a las comparecencias públicas, en cuanto al nombramiento de agentes diplomáticos, quienes representan al Estado y son responsables directos de la implementación de la política exterior de México en el exterior. La aprobación de Tratados y Convenciones internacionales también eran materia del ramo secreto del Poder Legislativo mexicano.