El domingo 15 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial en Colombia en la que el actual presidente, Juan Manuel Santos, derrotó al uribista, Óscar Iván Zuluaga, a pesar de que este último había triunfado en la primera vuelta. Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, Santos obtuvo 7,816,986 sufragios (50.95%), mientras que Zuluaga alcanzó 6,905,001 (45%).
Como fue señalado en la nota de coyuntura Las elecciones presidenciales en Colombia: análisis del proceso electoral y perspectivas para la segunda vuelta publicada el 2 de junio por este Centro de Estudios Internacionales, tres factores tenían el potencial de convertirse en elementos decisivos para determinar el resultado electoral definitivo saber: 1) las alianzas que ambos candidatos lograran tejer, con los partidos políticos de los tres contendientes que fueron eliminados en la primera vuelta; 2) el enfoque que ambos candidatos proponían para tratar con los grupos insurgentes; y, 3) una mayor participación electoral que redujera la alta cifra de abstencionismo. El primer factor contribuyó a mantener las encuestas previas en empate técnico, pues las candidatas del Partido Conservador Colombiano (Martha Lucía Ramírez) y de la coalición Polo Democrático AlternativoUnión Patriótica (Clara López), que habían obtenido un porcentaje similar en la primera vuelta, apoyaron a Zuluaga y Santos, respectivamente, mientras que el candidato del Partido Alianza Verde (Enrique Peñalosa), no se pronunció al respecto. El segundo factor, en opinión de analistas internacionales, fue el que más incidió en las votaciones, pues Santos prometía continuar con las negociaciones de paz, mientras que Zuluaga se inclinaba por la confrontación directa con los grupos insurgentes. Finalmente, el tercer factor también fue decisivo, pues mientras que en la primera ronda el abstencionismo alcanzó el 60% y el voto en blanco 6%, para esta vuelta se redujeron a 52.13% y 3.9%, respectivamente.