El pasado 25 de mayo se celebró la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia para el periodo 2014-2018. Aunque contendieron cinco candidatos, ninguno alcanzó la mitad más uno de los sufragios que estipula la ley electoral; por lo tanto, quienes obtuvieron la mayor cantidad de votos se enfrentarán en una segunda vuelta programada para el 15 de junio. Estas elecciones han sido calificadas por organismos internacionales como las más pacíficas de la historia contemporánea de Colombia. Sin embargo, llama la atención el alto abstencionismo que alcanzó el 60% de un padrón electoral conformado por 33 millones de electores. De acuerdo con la Registraduría Nacional del Estado Civil, esa cifra es la más alta de los últimos 20 años y fue de nueve puntos porcentuales superior a la de las elecciones presidenciales de 2010. Incluso, si al abstencionismo se le suma el voto en blanco1 que fue de casi 6% del padrón, es posible inferir que 7 de cada 10 colombianos no están de acuerdo con el sistema y/o la oferta electoral2 . El objetivo de la presente nota de coyuntura consiste en hacer un recuento del proceso electoral y de las propuestas de los candidatos. Para ello, se contextualizará la situación política, económica y de seguridad que impera actualmente en Colombia, y posteriormente se analizará el rol de las FARC en el proceso electoral, entre otras cuestiones trascendentales como la relación con Venezuela, la Alianza del Pacífico y UNASUR. Finalmente, se esbozarán las perspectivas para la segunda vuelta electoral de acuerdo con las encuestas más recientes y la opinión de analistas políticos.