El pasado 7 de mayo, el Tribunal Constitucional de Tailandia ordenó la destitución de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, al determinar que cometió el delito de abuso de poder. La decisión judicial se da en respuesta a un caso que data de 2011, cuando Shinawatra relevó al Secretario General del Consejo de Seguridad Nacional, para nombrar en su lugar a Priewphan Damapong, quien fuera el cuñado de su hermano mayor y ex primer ministro, Thaksin Shinawatra. Los magistrados consideraron que dicho relevo fue inconstitucional y que se ordenó para favorecer la promoción de familiares, por lo que Yingluck debía abandonar el puesto. Cabe señalar que también fue declarada culpable de otro caso judicial en su contra por los subsidios al arroz que ha otorgado su gobierno, ya que presuntamente eran distribuidos bajo criterios clientelares.
No obstante, las protestas contra el régimen datan de noviembre de 2013, cuando la oposición, encabezada principalmente por el líder del opositor Partido Demócrata, Suthep Thaugsuban, salió a las calles para exigir la dimisión de Yingluck y la conformación de un consejo de transición que reforme el sistema político antes de convocar a elecciones. La raíz del conflicto fue la discusión en el Congreso de un proyecto de ley promovido por el partido oficialista Pheu Thai para otorgar amnistía y facilitar el regreso a Tailandia del propio Thaksin Shinawatra, quien vive autoexiliado desde 2006 y no puede volver al país debido a que en 2008, el Tribunal Supremo lo condenó a dos años de prisión por corrupción. Aunque el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes, pero rechazado por el Senado, las protestas no cesaron y hasta la fecha continúa un clima de tensión y violencia que ha provocado por lo menos 25 muertes, cientos de heridos y la anulación de las elecciones legislativas en febrero.