La Ciudad de México volvió a ser sede del proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en esta ocasión de su séptima y – según lo acordado en enero pasado – penúltima ronda. Después de que, por primera vez en meses, en la sexta ronda se pudiera anunciar el cierre de un capítulo, las expectativas de los tres equipos negociadores era cerrar varias disciplinas entre el 25 de febrero y el 5 de marzo, fechas en las que se llevó a cabo la ronda de la Ciudad de México. Los trabajos, sin embargo, se vieron alterados luego de que se suspendiera el diálogo en la mesa de reglas de origen, acaso el tema pendiente más contencioso de la negociación, al ser llamado a consultas a su país el equipo estadounidense. Más aún cuando, el 1º de marzo, el Presidente Donald Trump anunció la inminente imposición de nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio, lo cual afectó negativamente el ambiente comercial entre Estados Unidos y sus socios norteamericanos. Si bien la ronda concluyó con acuerdo en tres nuevos capítulos, ninguno de los temas contenciosos registró algún avance notable.