El 7 de mayo, Emmanuel Macron fue elegido el próximo Presidente de Francia para suceder en el cargo al socialista François Hollande. En una rotunda victoria, Macron obtuvo el 66,06% de los votos, frente al 33,94% de Marine Le Pen. Es de señalar que los niveles de abstención fueron los más altos registrados en la historia del país. A pesar de ello, la contienda marcó un máximo histórico para la ultraderecha francesa. Macron tomará el cargo presidencial el próximo 14 de mayo, y posteriormente se celebrarán en junio los comicios a la Asamblea Nacional. Frente a estos sucesos, el centrista no ha confirmado el nombre del próximo Primer Ministro, pero si ha señalado que el mismo deberá tener competencias para dirigir una mayoría parlamentaria. Asimismo, tras los resultados de la primera vuelta, el 23 de mayo, Macron informó que comenzaría a trabajar para alcanzar la mayoría parlamentaria en junio. Macron recibe un país marcado por enormes retos en todos los sectores políticos, económicos y sociales, tanto internos como internacionales, donde el ciudadano francés llega dividido, desilusionado y con gran descontento hacia la clase política, y en particular hacia las fuerzas partidistas tradicionales. A la par, la victoria de Macron alivia la preocupación europea por el futuro de la Unión, pues con la permanencia de Francia, Alemania aviva su deseo por fortalecer el eje franco-alemán y con ello reimpulsar la Unión a pesar del proceso de salida del Reino Unido que ya ha comenzado.