El pasado 8 de agosto tuvieron lugar las elecciones en Kenia para elegir al próximo Presidente, donde los principales candidatos fueron el actual Presidente, Uhuru Kenyatta, de la tribu kikuyu y el líder opositor, Raila Odinga de los lúo. A pesar de que ambos candidatos hicieron un llamado a celebrar la jornada con normalidad, de manera pacífica y respetando las reglas acordadas, conforme se fueron publicando los resultados que daban como ganador al Presidente Kenyatta, Raila Odinga realizaba comentarios sobre un supuesto fraude electoral. Tras estos señalamientos, su coalición opositora, la Súper Alianza Nacional (NASA), solicitó a la Comisión Electoral (IEBC) de Kenia que declarara a Odinga como “Presidente legítimo”, porque, según sus datos, aventajaba con alrededor de 700,000 votos al actual Jefe de Estado, Uhuru Kenyatta. En este sentido, el Tribunal Supremo de Kenia anuló el pasado 1o de septiembre los resultados de las elecciones celebradas y ordenó celebrar nuevos comicios en los próximos 60 días (a más tardar el 26 de octubre), invalidando así la victoria del actual Presidente.