A pesar de la enorme oposición de países como Turquía, Irán, entre otros de la región, el 25 de septiembre de 2017 el 92% de la población kurda votó a favor de la separación de Irak en un referéndum independentista no vinculante. Por su parte, el Gobierno central iraquí rechazó la legalidad del referéndum y lanzó una operación para recuperar la ciudad clave de Kirkuk. Finalmente, Massoud Barzani anunció su intención de renunciar como Presidente del Kurdistán iraquí.