Después de poco más de cuatro años que un presidente de Rusia visitara América Latina, Vladimir Putin llevó a cabo una gira por algunos países de la región. En apenas seis días, el mandatario ruso visitó Cuba, Argentina y Brasil, participó en la VI Reunión Cumbre del grupo de los BRICS y además realizó una escala, no prevista originalmente, en Nicaragua. La gira anterior de un mandatario ruso a Latinoamérica fue la de Dimitri Medvédev como presidente, en abril 2010, ocasión en la que también visitó Argentina y Brasil. En noviembre de 2008 visitó Perú, Brasil, Venezuela y Cuba.
Conforme a lo que el Kremlin anunció oficialmente a principios de julio, la agenda incorporaría temas de comercio, economía e inversión, así como la implementación de proyectos conjuntos en materia de energía, transporte, aviación civil, uso pacífico del espacio y temas de salud. El propósito explícito de Moscú fue buscar la renovación de las relaciones con la región, en un contexto donde se ha insistido en que la multipolaridad actual convierte a América Latina en un valioso aliado en la economía global que no puede pasar inadvertido.